Hades o del delirio
Y de repente vi
una oscurísima punta de aguja,
una jeringa maldita escupiendo líquido negro
por su boca profana,
y penetró en la frontera de la retina,
atravesando mi ojo como en lenta caravana,
y me aferraba, y gritaba el horror de verla entrando
y el dolor de ya no ver,
y atravesó mi cerebro
y vomitó sus entrañas,
y una vez terminada la perversa cópula,
abandonó las mías lenta y torturantemente,
y ciego desde entonces,
limitado y ajeno al mundo
me pregunto agonizante día con día:
“¿Qué hice yo para merecer
que me miraras a los ojos?”
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7 comentarios:
Esos ojos en los que te suicidas.......
Besos.
Soberbio!!! me atrapó tu poema.
Intenso.
Fatal!
Sr. que bien se lee,usted sinceramente deja sin palabras.
Por favor: No se me vuelva engreido.
Horacio
tengo guardada una agenda del 2001 donde escribiste vos mismo este poema ;)
tengo guardada una agenda del 2001 donde escribiste vos mismo este poema ;)
waooo¡¡
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