Quimera en tres movimientos

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En el primer momento
tenés esa mirada que todo lo derriba
ese asombroso impacto que todo lo estremece;
la ballesta de las luces,
la velocidad patente
en el vértigo y el frío
de las estrellas candentes,
en dos suspiros del alma,
en dos oculares vientres.
Yo desearía contarte
que entre un parpadeo y otro
del palpitar de tus ojos
he viajado en universos
y distancias infinitas,
edades se han revelado,
celestiales experimentos
y mil explosiones míticas
de verdes, azules y rojos,
y novas que implotan y arden
en oscuridades tibias.

En el segundo momento
tenés esa mirada que de todo se adueña,
esa que todo contiene, que todo invisibiliza,
la omnipresencia errante
en deidades de pupilas,
la magnánima incidencia
de las intenciones mínimas;
el gran agujero
que inexplorable levita
sobre aquel todo que llena
sus grandes redes vacías.
Yo desearía contarte
que en un pulso que han marcado
tus terribles espejos de éter,
he visto caer ciudades
y levantarse pueblos,
he sentido tierra y aire
y oído latir los cerros,
he visto el manto partido
en la fachada del templo
y mezquitas que iluminan
con sus cúpulas los cielos.

Pero en el tercer momento
tenés esa mirada desde tus sueños de niña,
aquella que todo sabe
pero de momento olvida,
aquella danza violenta
del impulso y de la risa
cuando nace y crece el miedo
en el Creador de la vida.
Yo desearía contarte
que tras una intermitencia
de tus ojos, ¡maravilla!...
vos los cerraste de golpe
y se han convertido en semillas
cuando tus labios crearon
en los míos , su caricia.

5 comentarios:

Amorexia. dijo...

De nuevo esa caricia, la caricia mas profunda., como el primer beso que se construye a partir de cosas mas efimeras e improbables, la caricia mas profunda de la vez primera, que aún despues de un tiempo sigo saboreando en los labios.
Que bueno como siempre cesar.

MORGANA dijo...

Los ojos, la mirada, las ventanitas del alma.
Besos y feliz semana.

ALTAVOZ dijo...

Causas en mi el efecto dejarme sin palabras.

Anónimo dijo...

El tercer momento, el de niña... suavidad y silencio, donde sólo soy capaz de ser yo

Anónimo dijo...

Sin duda este es uno de mis poemas favoritos.