A mi matame a miradazos.
De esos de furia. De esos de desprecio.
Matame.
Aplastame entre tus pupilas sin contemplaciones,
como insecto.
Yo quiero tu rencor abierto, baldío,
No quiero un adiós de fuego.
Por favor, te suplico:matame a miradazos,
como si lo que vieras fuera un tizón, pero encendido;
como si te doliera y no, como si me exprimieras.
No te quedés en mis ojos ni un momento,
no me condenés al martirio.
Matame a miradazos, que si no
el encontrarte hoy sería un hastío,
decime adiós, sólo adiós,
no hasta pronto
Clavame tu mirada en la esperanza
Y retorcé el puñal en los olvidos.
De un sólo miradazo ejecutame,
Pues condenado a vos me siento vivo
De esos de furia. De esos de desprecio.
Matame.
Aplastame entre tus pupilas sin contemplaciones,
como insecto.
Yo quiero tu rencor abierto, baldío,
No quiero un adiós de fuego.
Por favor, te suplico:matame a miradazos,
como si lo que vieras fuera un tizón, pero encendido;
como si te doliera y no, como si me exprimieras.
No te quedés en mis ojos ni un momento,
no me condenés al martirio.
Matame a miradazos, que si no
el encontrarte hoy sería un hastío,
decime adiós, sólo adiós,
no hasta pronto
Clavame tu mirada en la esperanza
Y retorcé el puñal en los olvidos.
De un sólo miradazo ejecutame,
Pues condenado a vos me siento vivo