De irse, volver e irme volviendo...

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Volver es pisar los adoquines ahora flojos de las calles de infancia. Es darse cuenta que todo se mantiene inalterado y distinto. A veces tu senda y la mía se reencuentran después de tanto tiempo. A veces, para ir a nuestro templo nos topamos en caminos comunes.Por eso antes de irme y volver e irme volviendo despacio para ver si provoco un encuentro nada casual, me asalta la sorpresa refrescantemete dulce de un reverdecer.Aceptalo. Nos fuimos, volvimos, nos fuimos de nuevo... esto de ir y volver e irse volviendo propio con cada regreso sólo tiene sentido si entre viaje y viaje nos tomamos un café vos y yo, sentados en las mismas bancas que aún no se dejan vencer por los años. Sólo tiene sentido matar el día de una estocada, si es por la promesa de que estarás en aquel viejo bar remodelado, donde otros como éramos nosotros entonces hacen las mismas cosas que hacíamos hace ya tanto tiempo.De ahí nos fuimos, volvimos y nos fuimos volviendo ajenos. Y volvimos y lo hicimos propio de nuevo, con cada reencuentro.Vos también estás inalterada y distinta. Ya no sos la Soledad acompañada que tanto se metió conmigo a ponerle los cuernos a media humanidad. Sos Soledad y hoy estás sola. Fijate que yo también. No habría nada peor que irse, volver e irse volviendo mobiliario, recuerdo, neblina...¡Qué bueno reencontrarte! ¿Pasás por aquí siempre? Vamos a la tortu por un café y por un beso. El café lo invito yo, pero para el beso, tenemos que hacer banca. Ya mis tiempos de ladrón se fundieron en recuerdos, y cuando las cosas se comparten salen mucho mejor.

6 comentarios:

Vivi dijo...

hey qué lindo que está en esto. Me recordó aquella frase que dice algo así como: uno vuelve a veces a aquellos sitios donde amó la vida y sa da cuenta como están ausentes las cosas vividas. (o algo así)
Hace poco yo volví a pasar por la calle donde esperaba el bus para ir al kinder, y fue algo tan fuerte para mí, volver a la niña de 6 años, peleando con Mami porque no quería ponerme la sweter.... esos adoquines flojos de mi infancia, volvieron a mi, y me llevaron a los 6 ;)

Anónimo dijo...

Soy soledad y estoy sola.
Camino sobre la arena e invento tragarme el cuento de que es firme como tus adoquines.
Ya no sé si soy mobiliario, recuerdo, neblina, ya no sé qué soy.
Sería bueno, sí, pasar otra vez por la tortu.
Yo prefiero el tiempo del chocolate cuando aún no me gustaba el café, pero lo disimulaba con un barquito de papel.
Quizás podemos ahorrar un poco con el menudo de los tiempos que se nos han ido, tal vez nos alcance para el beso... tal vez...
Soy Soledad y ya no sé con quién estoy, si estoy conmigo o sólo con tu recuerdo.

A.

KALISTA dijo...

Saltando de blog en blog llegué hasta aquí, que buen escrito, muy buen blog, todos en algun momento nos vamos volviendo...
Seguire dando vueltas por aquí,(espero no marearme, digo por las vueltas)....
Dejo besoss....

Baqueteada dijo...

Gracias por la visita, ahhh trabaja en radio?... yo tambien, bah ahora no estoy desde el año pasado, ahora estoy en publicidad, un gusto pasar por aquí... que tenga un lindísimo día.

Anónimo dijo...

Yo hace poco me fui... pero fue muy extraño porque me alejé de un lugar al que en realidad nunca llegué...
Entonces no sé si fue despedida o reencuentro... no sé si era nuevo o conocido de años... No sé qué fue...
Eso sí, me encantaría volver...

Anónimo dijo...

Creo?,no, estoy segura, que se nos pasa la vida yendo y volviendo, de eso estamos hechos,de recordar al ver el mismo cielo, la manera en que antes soliamos verlo. y cierto solo vale la pena ir y volver si en ese trance tenemos tiempo para estar con la persona que nos evoca mirar hacia arriba de esa vieja forma, lo mas innegable es que cuando creemos volver solo nos estamos yendo otra vez....